Gerardo Harewood
Harry Potter visitó nuestro país para descartar sus sospechas de que todos los hechos ocurridos en Venezuela, desde el 2006 hasta la actualidad no son producto de un potente maleficio proferido por los grandes magos y brujas. “Tengo que descartar todo tipo de posibilidades de una maldición en el país de las mujeres más bellas del mundo”.
Confiesa que su experiencia en Hogwarts, la prestigiosa escuela de magia y hechicería donde estudió 6 años de su vida, serán empleadas única y exclusivamente para desterrar el mal “de todo lo ancho y largo del globo terráqueo”; en tal sentido, no aceptó el cargo ministerial ofrecido en nuestro país.
Sentado en un sofá de terciopelo rojo, haciendo alarde de su pulcra túnica negra y con la profundidad que transmiten sus verdes ojos, que se iluminan como luciérnaga, ya sea de la emoción o excitación que siente al hablar de la magia, confesó que desde los lugares más recónditos del universo se está llevando a cabo un plan que atenta en contra de la seguridad de nuestro país.
“Quien los gobierna (a los venezolanos) a pesar de ser un sangre sucia… mejor dicho un muggle (personas no mágicas) posee una gran influencia en el mundo mágico”, aseguró el joven mago mientras pasaba su mano en la cicatriz en forma de rayo de su frente. “Me duele mucho la marca, lo que quiere decir que el peligro, está más cerca de lo que imaginamos”.
-“No vine hasta aquí a ofrecer opinión alguna sobre el primer mandatario venezolano, Hugo Chávez, porque a pesar de ser considerado prácticamente el mortífago de los muggles, merece respeto.
-Me refiero a Lord Voldemort. ¿Cree que es él quien está detrás de todo la confabulación en contra de Venezuela?
-“¡Oh my God! (Ríe unos segundos. Es la primera expresión de Potter que muestra su jovial y alegre personalidad). Sorry… Lo siento. Bueno, si supieras que tengo todas mis sospechas de que sí se trata de él, en complicidad con Severus Snape y la familia Malfoy… ¡Esos traidores!
-Por su puesto que sí, no voy a descansar hasta tenerlos entre mis manos y hacerlos pagar por el asesinato del profesor Dumbledore.
Este “pequeño gran mago” considera que el amor es una “palabrita de cuatro letras”, que, a pesar de ser uno de los sentimientos más puros, para él, se ha convertido en una cadena de “grandes contradicciones”.
“A Ginni Weasley, la hermana de mi mejor amigo Ron, la quiero con todo el alma, pero el problemita con el amor es que a veces se convierte en un arma de doble filo”, comentó mientras las lágrimas curioseaban en sus ojos.
Potter explicó que para hacer frente al asesino de sus padres, su mente debe estar libre de todo pensamiento hermoso que pueda debilitarlo. “Debo pensar como él, quizá deba ser como él. La batalla final está cada vez más cerca y cómo dice la profecía: Uno de de nosotros dos morirá en manos del otro y créeme, seré yo quien me lleve esta victoria… aunque alguien por allí la catalogue de mierda”.